La digestión comienza en
la boca, lugar donde se dan dos procesos digestivos:
- El mecánico: realizado por los dientes,
que trituran los alimentos.
- El químico: realizado por las glándulas
salivales, que humedecen y descomponen químicamente los alimentos.
Una vez que tenemos los
alimentos triturados e insalivados, se genera el bolo alimenticio que se
traga por deglución y pasa al esófago. El esófago consiste en un
tubo de unos 25 cm de largo, que conecta la faringe con el estómago.
Para evitar que el bolo alimenticio pase a las vías respiratorias existe un
tejido cartilaginoso llamado epiglotis, el cual se cierra durante la
deglución y se abre durante las respiración.
Una vez el bolo
alimenticio pasa por el cardias (entrada del estómago), éste se
mezcla con el jugo gástrico (HCl+pepsina), dando como resultado una
papilla llamada quimo. Una vez formado, el quimo sale por el píloro
(final del estómago) en dirección al intestino delgado.
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